domingo, 30 de agosto de 2009

SOBRE MURPHY Y OTRAS RELIGIONES

Los que me conocéis un poco sabéis que soy agnóstico. Es decir, ni creo, ni dejo de creer (no se puede demostrar que no haya nada) quizás sea debido a mi mente, a veces demasiado, racional.
Por lo que podrá sonar paradójico que hable sobre una religión. Pero, para mí, hay cosas que se caen por su peso. Por eso, siempre digo que la única religión que proceso es la religión de (chicos poneos en pie) Murphy (podéis sentaos).
Todo lo que pueda pasar mal, pasará mal.
Ley de Murphy.
Y es que, sea quien sea el que lo dijo, tiene razón y se cumple sistemáticamente. Quizás más que a una religión suene a axioma, pero es que ahora viene el componente divino. Murphy se encarga "personalmente" en su omnipresencia de que su ley se cumpla. Aquí van ejemplos:

Si un día estás en una tienda y dices "Que día más tranquilo, tiene pinta de que no voy a tener problemas para poder salir antes y así hacer un mandado urgente."
Ya la has cagado. Ten por seguro que: vendrán a última hora, a hacer o pedir algo sumamente complicado o que requiera mucho mucho tiempo y que es muy posible que luego no vendas nada.
Lo complicado de la tarea y el tiempo que te van a hacer retrasarte es directamente proporcional a lo urgente de la tarea y de (ojo con esto) las veces que invoques a Murphy con tu osadía.

Otro ejemplo: Los objetos que no se rompen nunca se romperán cuando más falta te hagan, siempre fuera de garantía (algunas veces muy cerca de que aún te cubriera) como por ejemplo, el coche, justo antes de un viaje programado hace meses. De nuevo la mano de Murphy: cuanto más tiempo de antelación programes algo, más tiempo ha tenido Murphy para prepararte una trastada.

Porque Murphy es un Dios que acojona. Hay que temerlo, tenerlo presente pero no nombrarlo (ni siquiera pensar en el). Por lo que no tiene ninguna oración, lo único que puede hacerlo frenar es esperar y desear que salgan las cosas mal. Eso interfiere en su poder de control, provocando que te salga el plan. Se podría decir que lo más parecido a una oración es la frase:
Sonríe. Mañana será peor
¿Que porqué es mejor creer en un Murphy que quiere joderte cada vez que entra en juego el azar, que en cualquier otro dios? Pues porque Murphy nos da una lección de que no hay que dejar las cosas al azar, o que sea lo más mínimo o, por lo menos, intentarlo. Es muy cómodo para otros creyentes ponerse a creer en un Dios que os hace la vida más fácil. O que te perdonará todos tus pecados. ¿Como vas a aprender de tus errores si no tienen consecuencias lo que haces? O, por el contrario, que castigue al que no cree en El. Murphy va a su rollo, le da igual que no creas o dejes de creer. Sólo recuerda que está ahí...

Lo de Murphy no se trata de castigar por castigar, se trata de un "me lo tengo merecido, por...". Porque si lo piensas, todas las veces que pasa eso se podía haber previsto (no te comprometas a lo urgente si sabes que igual no puedes, o revisa los aparatos para que no te pase). Y si no es así...
Te aguantas y te ríes. Porque hay que aprender también de todo. Murphy es un bromista, lo hace todo para reírse de nosotros. Riámonos nosotros con El. Amén.

1 comentario:

  1. Un día, preparé un reto, que consistía adivinar quién era el personaje de una foto. En este caso, puse una foto de Murphy. Y me puse a investigar sobre él. Fue un ingeniero aeroespacial que trabajó en la NASA.

    Edward Aloysius Murphy, (11/01/1918 - 17/07/1990) fue un ingeniero aeroespacial estadounidense. Murphy trabajó en sistemas de seguridad críticos y es conocido por la homónima Ley de Murphy, que declara que:

    "Si hay varias maneras de hacer una tarea, y uno de estos caminos conduce al desastre, entonces alguien utilizará ese camino."

    Y hoy la ley de Murphy cumple 60 años.

    Esta, y solo esta, es la auténtica y única Ley de Murphy. Todas las demás mal llamadas Leyes de Murphy son simplemente apócrifas.

    Murphy era infeliz con la interpretación banal que se hacía de su ley, que es vista como capturando "el espíritu de contradicción" esencial de objetos inanimados. Murphy consideraba a la ley como la cristalización de un principio clave de diseño defensivo, en el cual siempre se debe considerar el peor de los escenarios posibles. Murphy, según relatos de su hijo, consideraba a muchas versiones jocosas de la ley como "ridículas, triviales y erróneas". Sus tentativas fracasadas de hacer que la ley fuera tomada más en serio sólo lograron convertirlo en una víctima de su propia ley.

    Tras esta original ley surgieron muchas con el mismo nombre, pero ninguna hecha por el auténtico Murphy. Incluso la que dice: "Algo que pueda ir mal, irá mal" no es de Murphy sino que es llamada Ley de Finagle.


    Hoy me toca a mi ser la repelente.

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